
Se nos cruzó en la nada la suerte de vivir,
Y vivímos a favor y en contra
De esa suerte y de esa nada.
Se nos curzó en la nada la suerte de encontrarnos,
Y descubrímos en el otro
Espejos con reflejos similares.
Se nos cruzó en la nada la suerte de mirarnos,
Y observamos en silencio
Cuerpos y palabras.
Se nos cruzó en la nada la suerte de tocarnos,
Y nos perdimos entre las caricias
De cuatro manos
Que decidían por nosotros
Las rutas más amables.
Se nos cruzó en la nada la suerte de querernos,
Y nos quisimos sin frenos
Ni temores.
Y en la nada encontramos,
la vida como cómplice.