Marxar d’esquena a tu pels camins que m’aproparen a tot allò que hem viscut. Marxar d’esquena i dedicar-te per últim cop les implacables paraules del Mestre, dedicar-te les notes necessàries per començar, separats, un altre cop de nou. Amb la mateixa cançó que vaig arribar, me’n vaig.
Dulce Condena
“Cada vez que toco un poco fondo,
Cada vez que el tiempo vuela,
Un recuerdo (mas que) pasajero,
Otra ilusión que llega.
Cada corazón merece una oportundidad
Y esta perdida sola en medio de la ciudad
Soy el que lo piensa por los dos,
Hasta que sale el sol.
Cada sensación o sentir vulgar,
Una sola cosa, un solo lugar,
Un recuerdo más que pasajero,
Sera como empezar otra vez de cero,
Cada corazón merece una oportunidad.
Y esta perdida sola en medio de la ciudad.
Soy el que lo piensa por los dos,
Hasta que sale el sol.
No importa el problema, no importa la solución.
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación,
Esta (si) es una dulce condena!
Cada vez que toco un poco fondo,
Cada vez que el tiempo vuela,
Un recuerdo (mas que) pasajero.
Otra ilusión que llega.
Cada corazón merece una oportunidad,
Y está perdida sola en medio de la ciudad,
Soy el que lo piensa por los dos,
Hasta que sale el sol.
No importa el problema, no importa la solución,
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón.
Me gustan los problemas, no encuentro otra explicación.
Esta si es una dulce condena, una dulce rendición.
Cada sensación o sentir vulgar,
Una sola cosa, un solo lugar.”
A. Calamaro
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